vera roma (un impulso creador para descubrir la ciudad de la dolce vita)

Como creemos firmemente que la cultura se construye desde abajo, que es cultura un plato de pasta al pesto al igual que visita a los Museos Vaticanos, y como sabemos que el italiano no se estudia sino que se vive, nos sentamos a pensar en el perfecto viaje a Roma para todos los que aman esta maravillosa lengua, que es cultura, que es historia.
Porque no queremos ser turistas de tour tutto compresso, sino que soñamos ser viajeros y vivir la ciudad, la lengua, el dia a dia. Oler, caminar, descubrir, regatear, visitar, conocer, saborear. Bebernos la ciudad.
Nos escapamos de las rutas tradicionales, de los largos parlamentos recitados de los guias y nos refugiamos, por ejemplo, en Cinecitta palpitando ese cine que siempre nos eriza la piel.
Nos corremos del menu turistico y nos vamos a Villa Borghese a armar un picnic. ¿Pecorino romano? El mejor esta en Piazza de la Minerva.
Nos negamos al hotel de conserje con chaleco y nos instalamos en un comodo departamento, por decir, en Trastevere. Nos evitamos los buses y las combis de recorridos estaticos que llevan y traen turistas que corren contrarreloj y nos sumergimos en el metro, nos colgamos del tranvia y esperamos estoicos y felices el proximo autobus frente a la Galeria Alberto Sordi.
Asi, paseamos por el foro romano sin que nadie nos indique que mirar. Tal vez nos perederemos el detalle de una batalla, pero seguro que no nos vamos a olvidar del atardecer desde la balconada del Palatino.
Y si cuando salimos del Pantheon no recordamos muy bien quien fue Marco Agripa, seguro quedaremos prendados el osculo de luz que inunda el mausoleo.
Caminemos Roma, y podemos hacer un alto en Giolitti, tomar un helado y seguir hasta Piazza Spagna. Bajar por Via Condotti maravilladas de vidrieras fetiches.
O podemos caminar por Via della Concilizione hasta el Castel Sant Angelo y no acordarnos tanto el Papa, pero no poder dejar de respirar a Adriano.
Y si de Adriano se trata, tendremos que visitarlo en Santa Maria in Cosmedin y declararnos fieles en la Boca de la Verita.
Hermosa Roma cuando el atardecer toca el Tiber, como ese tramo final de La Grande Bellezza en que quedamos absortos de tan grande belleza.
Asi queremos brindarles esta ciudad. respirando a Anita Ekberg mientras nos sentamos a ver pasar el tiempo en la fontana di Trevi, la fontana entre todas las fontanas. La fontana que se descubre, la que sorprende, la inolvidable y la que, llena de magia, nos hace volver a Roma una y otra vez.
Tiremos la moneda!
Aqui comienza nuestra propuesta de viaje. Un viaje colectivo en el que estaremos acompañados durante todo el viaje por una profesora de lengua y cultura italiana y con ella nos adentraremos en el veradero espiritu romano.
La palabra espiritu, respirar, palpar, oler sobrevuela este sueño de un viaje para despertar los sentidos y descubrir el ser de la ciudad eterna.

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